EL DEPORTE Y LA GUERRA

por | Feb 28, 2022 | Europe Football, Futbol, Mundo Soccer | 1 Comentario

El mundo protesta contra la invasión de Rusia a Ucrania, con el deporte incluido. Lo que arrancó con bombardeos contra Kiev y otras ciudades del país, rápidamente generó el estupor del mundo, que vio cómo los deportistas extranjeros huían como podían para ponerse a salvo, mientras que los ucranianos en el exterior, principalmente los futbolistas, recibían muestras de apoyo.

Sucedió en el estadio Da Luz, del Benfica, que dedicó una sonada ovación a Yaremchuk cuando entró en el segundo tiempo. Enseguida, con todo el público de pie, se vieron pancartas con leyendas como “Stop War” y el símbolo de la paz. Sus compañeros, además, le dieron la cinta de capitán. Las imágenes, en cuestión de segundos, ya le daban la vuelta al mundo, como días antes ocurrió con otros de sus compatriotas en partidos de la Europa League.

Así, en distintos países del mundo, también en otros continentes, hubo minutos de silencio, muestras a favor de la paz y en rechazo contra Putin. Por caso, en Uruguay, donde se disputó el superclásico entre Peñarol y Nacional, ambas plantillas se juntaron con el mensaje “No a la guerra”. Casi en simultáneo se confirmaba que Carlos De Pena, uruguayo de la cantera del bolso y hasta entonces parte del Dynamo Kiev, iba camino a su país para reencontrarse con su familia.

En sus redes sociales, De Pena contaba lo difícil de la situación, la incertidumbre, el miedo porque iba acabándose la comida y pedía, como los brasileños del Shatark Donetsk, que sus gobiernos intercedieran para ponerlos a salvo.
Son solo algunas de las historias que ya acumula esta guerra, cuyo conflicto mantiene en negociaciones a la UEFA, por ahora reticente a dejar a Rusia fuera del Mundial.

Es que los deportistas de ese país pueden verse marginados del certamen internacional. Polonia, Suecia y República Checa se niegan a jugar el repechaje contra la selección rusa. No aceptaron la propuesta inicial de UEFA para que los partidos de Rusia se jueguen en territorio neutral, a puerta cerrada y sin himno ni bandera. “Debemos ser contundentes”, deslizaron desde la Federación polaca.

San Petersburgo, que acogería la final de la Champions, vio horas antes cómo la cita se mudaba a París. En eso sí la UEFA actuó con más celeridad, quizás presionada por una Unión Europea que no aceptaría ver su máxima fiesta del fútbol a nivel de clubes en el corazón de un invasor. Nada pesó que Rusia fuera sede del último Mundial, en 2018.

Más allá del fútbol, el premio de Fórmula Uno también fue cancelado, aunque estaba previsto para septiembre. Y desde el boxeo, Vasiliy Lomachenko, múltiple campeón mundial y medallista olímpico, confirmó que se unirá a las tropas ucranianas para defender a su nación.

Mientras en Europa se preparan para intensificar sanciones económicas contra el Kremlin y en ciudades como Roma, Praga o Berlín hubo manifestaciones masivas a favor de la paz, el deporte, como caja de resonancia, no se quedó atrás ni se mantuvo indiferente ante una situación que ha eclipsado a otros ámbitos de la vida común. Los ojos del mundo están puestos en Ucrania.

1 Comentario

  1. Mariela

    Excelente artículo

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