FIGO OTRO AMANTE DEL DINERO

por | Jun 1, 2022 | Europe Football, Futbol, Mundo Soccer | 0 Comentarios

Se acuerdan de Luis Figo, aquel jugador que militó en las filas del Barcelona y que luego en forma que muchos dicen traicionera se cambiará al Real Madrid por dinero. Hoy recordaremos a este personaje laureado por unos y odiado por otros. Pero nunca lo recordaran como una leyenda.

Su nombre completo es Luis Filipe Madeira Caeiro, conocido en los medios deportivos con el sobrenombre de Figo, nació el 4 de noviembre de 1972 en el hospital São Jorge do Arroios, en Lisboa, como hijo único del humilde matrimonio formado por António Caeiro, que regentaba una modesta tienda de ultramarinos en Almada, y Maria Joana Madeira.

Profesionalmente debutó a los 17 años con el primer equipo del Sporting de Lisboa ante el Marítimo de Portugal, un primero de abril de 1990.

En 1994 varios equipos se fijan en él entre los que destacan el Real Madrid y el Barcelona, pero su contratación no fue fácil porque antes de que el Barça llamara a sus puertas, Figo había iniciado gestiones con dos equipos italianos, la Juventus y el Parma, cosa que le podría haber acarreado una sanción de dos años sin poder salir del Sporting.

Luisito, pues, pasó al equipo barcelonista casi sin quererlo. Fue una apuesta de Johan Cruyff, el entrenador del Barça, quien, por 230 millones de pesetas -un precio nada módico entonces-, contrató los servicios del emergente portugués para borrar la huella del hasta entonces ídolo de la afición culé, Michael Laudrup, quien se había marchado al Real Madrid a causa de las diferencias que mantenía con el técnico holandés.

Figo se hizo ídolo de la afición Barcelonista que le dio todo durante su estancia en Barcelona. Pero llegó el año 2000 donde aparece nuestro amigo DON DINERO y Fiorentino Perez , quien en ese entonces se hizo con la presidencia del Real Madrid y sedujo con la riqueza prometida a este ídolo de Barcelona.

Por aquel entonces, El candidato madridista, Florentino Pérez, jugó la decisiva baza del fichaje del portugués, símbolo del barcelonismo, para derrotar a Lorenzo Sanz, quien, pese a la bancarrota económica, presentaba un balance deslumbrante en lo deportivo: una Liga y dos Copas de Europa en tres años.

Pérez firmó un precontrato con el representante del jugador, José Veiga, por el que Figo, previo pago de su fabulosa cláusula de rescisión -10.000 millones de pesetas-, ficharía por el Real Madrid si el candidato madridista salía elegido presidente.

El acuerdo tenía una cláusula adicional que era, cuando menos, curiosa: si alguna de las partes no cumplía lo pactado, debía indemnizar a la otra con 5.000 millones de pesetas. Esa condición permitió que Florentino echara un órdago en plena campaña: si yo soy el presidente y Figo no viene este año al Real Madrid, pagaré [con el dinero que me dará Figo, debía pensar] los abonos de la siguiente temporada a todos los socios.

En Barcelona, los socios del equipo azulgrana se frotaron las manos, porque todos los candidatos a la presidencia del equipo aseguraron, sin aportar pruebas, que la estrella portuguesa no se movería del Camp Nou.

Sin embargo, Florentino salió elegido, cumplió su contrato y Figo, a quien Joan Gaspart se negó a dar los 5.000 millones para indemnizar al Real Madrid, también.

El portugués, flanqueado por Alfredo di Stéfano y por el flamante presidente, posó en plena canícula con su nueva camiseta, con la que pasaba de héroe a traidor y de despreciado a idolatrado, según los colores del equipo desde el que se contemplara aquella compleja operación que marcó un hito en el mundo de los traspasos, pues fue el más caro de la historia.

De todos es recordado, ver a este personaje del fútbol besar la camisa del Barcelona en infinidad de ocasiones y jurando amor eterno a los colores azulgranas. Pero el dinero lo puede todo y firmó, junto con su representante su venta con el enemigo número uno.

Para muchos fue inadmisible este cambio por mucho dinero que te podrían ofrecer, ya el solo hecho de haber firmado un acuerdo en las penumbras con el que sería el nuevo presidente blanco en aquellos tiempos daba mucho que pensar.

La monumental pitada con que Figo fue recibido a su regreso al Camp Nou con la camiseta del máximo rival , donde la verdad es que de fútbol no se vio nada.

Todos los aficionados eran una tromba contra Figo cada vez que tocaba el balón. Incluso se imprimieron billetes con la cara del portugués que fueron lanzados desde todos los rincones del estadio.

Hasta una cabeza de un cochino le lanzaron desde la tribuna. lamentable espectáculo que nunca sera olvidado en el fútbol español.

Todo esto sirvió para que en Madrid aumentara el afecto hacia la estrella humillada y para acelerar la integración del ex barcelonista en su nuevo equipo, de la mano de Raúl González. Tras aquel lamentable espectáculo protagonizado por una afición que se sentía traicionada en sus más sagrados sentimientos, el asunto Figo se fue desvaneciendo, pero la herida no cicatrizaría nunca del todo.

Hoy en día Figo no puede pasear por Barcelona sin que algún aficionado que lo reconozca no le diga su respectivo comentario. El dinero no permitió que Figo entrará nunca en ningún Rincón de leyendas.

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