En Arabia Saudí se jugó la Super Copa de España, con 4 equipos, dos semifinales que tuvimos a mitad de semana y una buena final entre el Madrid y el Athletic de Bilbao. El Barcelona y el Atlético de Madrid quedaron fuera, habiéndolos despachado el Real Madrid y el Athletic de Bilbao, respectivamente.

El Real Madrid jugó bien, tuvo la posesión del balón, también hizo algunos contragolpes, sin la efectividad que mostró si lo comparamos con los que hizo contra el Barsa u otros en liga, pero fue sólido, ordenado, jugó con cabeza y mereció ganar, tal como el propio Marcelino (entrenador del Athletic) reconoció en entrevista posterior al juego.

El primer gol de Modric fue un golazo y precedido por una buena jugada e internada y pase final de Rodrygo. El segundo fue un penalti que no admite discusión, al igual que tampoco admite discusión el penalti de Militao (muy parecidos los dos) ya que la pelota, en ambos casos, da en las manos, van además en dirección a las porterías y los brazos estaban extendidos.

Sin embargo, llama la atención la expulsión de Militao ya que claramente se ve que no tiene intención de tocar el balón y, su cara, ni siquiera ve la pelota. La FIFA debe trabajar bastante en los criterios que deben seguir los árbitros para sentenciar, especialmente las manos y faltas dentro del área. El Athletic presionó, quiso, como estrategia, extender el cero a cero el mayor tiempo posible, pero relativamente temprano, el Madrid se adelantaba en el marcador, por lo que el equipo vasco tuvo que abrir líneas y adelantarlas para intentar incomodar y meter gol.

Obviamente en los últimos 15 minutos, ya con el partido 2 a 0 el Athletic presionó y provocó el penalti que lanzó Luis García y paró Curtuois mostrando grandes reflejos con el pie. Un justo ganador, muy pocas polémicas o más bien ninguna y otro título más para el Madrid que, salvo hecatombe, va encaminado a ganar también la liga. Otro cantar será la Champions, ¿o no?